El término "capitular" (a veces se usa erróneamente en su lugar el término "capital"), con el que se denomina a estas letras de gran formato y generalmente muy adornadas, proviene de la palabra latina capita (nominativo y acusativo plural de caput-capitis) que significa literalmente "cabeza", "capítulo" o "comienzo", su etimología hace pues clara referencia a su uso en el comienzo de capítulos y párrafos de manuscritos y libros.
Su utilización obedece a varios supuestos que van desde el objetivo más puramente estético, hasta un fin práctico como es el de la localización fácil de un determinado pasaje en una tirada larga de texto, hecho este importante cuando no existía numeración en las páginas y los libros eran de más difícil consulta que los actuales.
Las letras capitulares tienen una larga historia que va
desde la época romana, pasando por los códices miniados de la Edad Media,
continuando por los primeros libros impresos, hasta llegar a nuestros tiempos
en que impera la edición digital de textos.
A lo largo de todos estos periodos, las letras capitulares
han jugado un papel, variable en importancia según las épocas, pero que nunca
ha desaparecido por completo, basta echar un vistazo a cualquier periódico o
revista actual para observar que el empleo de las letras capitulares aún sigue
existiendo.
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